Hoy no toca técnica de bonsai, tampoco teoría del
bonsai, ni historia. Hoy me gustaría comentar algo más espiritual. No se trata
de doblar un tronco sino de domar una pasión. Todo tiene su porque. Algunos clientes, cuando
visitan Bonsai Center Sopelana me dicen. ¡¡ que lujo trabajar aquí ¡¡, trabajar
en lo que te gusta, que maravilla, que bonito. ¡Esto no es trabajo es un arte¡ etc.…
La pasión por el bonsai fluctúa. Unas veces sube
aceleradamente. (¿ quien no ha sentido un subidón al ver árboles maravillosos,
perfectamente expuestos?) , otras tiene temporadas de decaimiento ( se me ha
muerto, no hago carrera, menuda especie delicada..), otras veces se te pega
alrededor del cuerpo y no eres capaz de separarte. Te sientes ávido de bonsai.
A veces la pasión crece y estalla. No puedes parar. Otras veces desearías
mandar todo a la porra e irte de vacaciones sin preocuparte del riego.
Cuando pasan los años, tengo amigos, grandes
aficionados en otro tiempo que en ese momento de su otoño permane…